Durante casi 75 años, Mattel ha trabajado en el desarrollo de juguetes en reconocidas marcas como Barbie, Hot Wheels y Fisher-Price. Todos estos juguetes, así como la película adhesiva que los envuelve y las cajas translucidas empleadas para exhibirlos en los estantes, se elaboran principalmente con plástico que se obtiene de fuentes no renovables como el petróleo. Sin embargo, la empresa anunció el pasado mes de diciembre el reemplazo de este a un material más amigable con el medio ambiente.

La empresa de juguetes recalcó su compromiso con el medio ambiente y decidió a cambiar por completo su cadena de suministro de plástico a base de petróleo por materiales sustentable para el año 2030. Esto significa que utilizará materiales plásticos reciclados o de base biológica en sus productos y empaques. En algunos casos utilizará plástico virgen (o nuevo) pero se asegurará de que este material sea reciclado.

La tendencia del cambio a materiales sostenibles en la industria de los juguetes ya había sido previamente iniciada por Lego, cambiando su cadena de suministro de plástico a base de petróleo al tipo vegetal.

Para iniciar su proceso de cambio de material, Mattel en la primera mitad de 2020, lanzará su primer producto alineado con este objetivo: el icónico Fisher-Price Rock-a-Stack fabricado con plásticos a base de caña de azúcar y con un envase hecho a base de material 100% reciclado o de origen sostenible.

Este no es el primer paso para alcanzar la sustentabilidad, se trata de un objetivo que amplía los principios anunciados en 2011 (Environmental Sustainable Sourcing Principles). Entre sus logros acumulados hasta ahora, destaca que el 93% del papel y la madera que utilizan en sus productos son reciclados. Además, la compañía ha incluido en sus productos la etiqueta How2Recycle, que incluye las instrucciones de reciclaje para el público.

Leer más: Mattel 2030 plastico.com